Fue discípulo de J. Puig i Cadafalch, con el que colaboró en las investigaciones sobre la arquitectura románica catalana, experiencia que influyó claramente en su obra.
Los inicios profesionales de este autor se enmarcan plenamente en el movimiento modernista, con obras en las que abunda el uso de las artes aplicadas y donde se hace patente una clara influencia de la obra del arquitecto A. Gaudí en cuanto a los materiales y las formas. En 1906 entró en el Ayuntamiento de Barcelona como arquitecto municipal, lo que provocó un cambio en su obra, ya que comenzó a realizar edificios más austeros, y consiguientemente un cambio en su clientela, ya que se centró en obras municipales y no contó con el apoyo de la burguesía.
Los edificios más emblemáticos de su producción son la Casa de la Lactància Municipal en Barcelona (1907-1914; Gran Via de les Corts Catalanes, 475-477), la Escuela Municipal de Música (1916; Bruc, 104-112), la decoración de la farmacia Bolós (1902; rambla de Catalunya, 77) y las vidrieras de la entrada del Mercado de la Boqueria, así como su cubierta metálica, de la que, en 1864, Miquel de Bergue ya había realizado un proyecto previo.
A partir de los años veinte su actividad se centró en la restauración de edificios, como, por ejemplo, la de la Casa de la Ciutat de Barcelona .
También diseñó muebles y joyas aplicando las formas onduladas y motivos florales, al igual que hacía en sus edificios.