A finales del siglo XIX la ciudad de Bruselas experimentó un importante crecimiento coincidiendo con el programa de embellecimiento de la ciudad impulsado por el rey Leopoldo II. Dicho crecimiento trajo consigo una fuerte especulación en el precio del terreno que se tradujo en la construcción de casas en parcelas adosadas estrechas y profundas.
Los burgueses, comerciantes e industriales, eligieron el Art Nouveau para construir sus viviendas como muestra de modernidad de la nueva sociedad y encargaron sus diseños a tres creadores excepcionales, Victor Horta, Paul Hankar y Henry van de Velde, entre muchos otros como Gustave Strauven, Paul Hamesse, Paul Cauchie o Paul Saintenoy.
El arquitecto Victor Horta es la figura pionera del Art Nouveau; el Hôtel Tassel (1893) se considera la primera obra total de este estilo. En sus interiores destaca el uso de la estructura metálica que deja a la vista elementos como columnas o vigas, algo inédito en un interior burgués, y explota al máximo las capacidades plásticas y estáticas del material. El uso de las nuevas estructuras metálicas permitió la creación de distribuciones novedosas donde los espacios se relacionan y se agrupan de forma orgánica, y donde la luz natural lo invade todo. Además de los edificios de viviendas, Casa Solvay (1894), Casa van Eetvelde (1895), Casa Horta (1898), destaca la Maison du Peuple (1895) -encargo del Partido Socialista, demolida en los años 60 del siglo XX-, donde la estructura metálica permitía adaptar la fachada de hierro y vidrio al perfil ondulante del solar, ofreciendo una vista del diáfano auditorio situado bajo la cubierta del edificio.
Henry van de Velde, originariamente pintor, destaca por su valor teórico y trabaja en los campos de la arquitectura, el diseño de interiores, el mobiliario y el grafismo, como podemos apreciar en su propia casa, la Casa Bloemenwerf (1895-1896), en Uccle, donde se encargó de todos los detalles siguiendo el modelo de las Arts & Crafts.
Paul Hankar es autor de varias fachadas Art Nouveau características de la ciudad, por ejemplo las de las casas Hankar (1893) y Ciamberlani (1897), y desarrolla un modelo tipológico muy significativo de la ciudad, de casas de varios pisos entre medianeras. Edificios similares son el Hôtel Saint-Cyr (1900-1903), de Gustave Strauven, o la propia casa de Paul Cauchie (1905).
Capítulo aparte es el Palacio Stoclet (1905-1914), con el que Josef Hoffman traslada a Bruselas el espíritu de la Secession vienesa, con decoración pictórica de Gustav Klimt y decoración de la Wiener Werkstätte.